Maneras de Hackear tu rendimiento Científicamente comprobadas.

sherlock-artistic-hd-wallpaper-1920x1200-4332

1.Como aumentar tu perseverancia

¿Estás ante una tarea compleja que requiere perseverancia por tu parte? Entonces cruza los brazos.

Si estás bloqueado ante un ejercicio o problema que requiere perseverancia para su solución prueba a cruzar tus brazos.

Ron Friedman y Andrew J. Elliot llevaron a cabo dos experimentos que demostraron que cruzar los brazos mejora la perseverancia y el rendimiento en la solución de problemas.

En el primer experimento les pidieron a los participantes que resolvieran un anagrama sin solución (ellos no sabían que no tenía solución). A unos se les indujo a que cruzaran los brazos mientras estaban con la tarea. El resultado fue que estas personas estuvieron casi el doble de tiempo intentando resolver el anagrama.

En el segundo experimento hicieron lo mismo con la diferencia que aquí el anagrama sí tenía solución. El resultado fue que las personas que cruzaron los brazos tuvieron más persistencia y pusieron más empeño en la resolución del anagrama, lo que llevo a que consiguieran mejores resultados que los que no cruzaron los brazos.

2. como aumentar tu persuasión

¿Te gustaría persuadir a otros con tus argumentos y propuestas? Entonces gesticula con las manos.

Según las investigaciones llevadas a cabo por Friddana Maricchiollo, los gestos con los brazos y las manos aumentan el influjo que tiene un mensaje persuasivo en su receptor en comparación a un mensaje sin gestos.

Los gestos más efectivos son aquellos que hacen más fácil de entender lo que explicas en palabras. Por ejemplo, si te refieres a algo grande podrías poner las palmas de las manos abiertas en paralelo separadas a un metro de distancia la una de la otra; si te refieres a una subida de algo podrías dibujar con el dedo en el aire una línea ondulante que sube, como si fuera un gráfico; etc.

3. Cómo aumentar tu comprensión

¿Quieres mejorar tu entendimiento y tu capacidad de retención? Gesticula con las manos mientras aprendes.

Al parecer ahora también pensamos con las manos. Según las investigaciones llevadas a cabo por Susan Wagner Cook et al., los gestos con las manos mientras aprendemos algo nos ayudan a pensar y a comprender y retener mejor las cosas.

En estas pruebas se pidió a unos niños que hicieran ciertos gestos con las manos mientras estaban aprendiendo un nuevo concepto matemático. Los resultados desvelaron que estos niños mejoraron su retención de lo aprendido.

Por contra, aquellos niños a los que se les pidió que repitieran en voz alta aquello que estaban aprendiendo, sin hacer gestos, no obtuvieron ningún efecto beneficioso en la retención de lo aprendido.

Revelador, ¿no es así? Es común en las escuelas que se les pida a los niños que digan en voz alta lo que aprenden. Ahora resulta que eso no mejora el aprendizaje. En cambio, los gestos con las manos sí que influyen positivamente en este.

4. Cómo aumentar tu ingenio

¿Necesitas encontrar soluciones creativas a un problema? Entonces colócate en posición supina, es decir, echado cara arriba.

Darren M. Lipnicki y Don G. Byrne descubrieron con sus investigaciones que aquellas personas que estaban en posición supina resolvían anagramas más rápido que los demás. Como los anagramas son problemas de ingenio interpretan que la postura que adoptes incide en tu ingenio.

5. Cómo aumentar tu rendimiento

¿Quieres aumentar tu rendimiento en líneas generales? Entonces échate una siesta.

Las siestas son un arma de doble filo porque como te pases de largo van a perjudicar tu rendimiento. Es por eso que de utilizarlas hay que hacerlo con cabeza.

Brooks A. y Lack L., en un experimento que llevaron a cabo, estudiaron el comportamiento de 24 sujetos justo después de echarse una siesta. Compararon los resultados en atención a la duración de la siesta (5 minutos – 10 – 20 -30). Uno de los grupos no se echó siesta.¿Quién obtuvo mejores resultados?

Tras el experimento descubrieron que la siesta ideal en términos de mejora en el rendimiento cognitivo es la de 10 minutos.

En concreto, los sujetos estudiados, tras una siesta de 10 minutos, obtuvieron mejoras inmediatas en términos de fatiga, vigor, rendimiento cognitivo, latencia de sueño y somnolencia. Estos beneficios se iniciaron inmediatamente después de despertarse y se mantuvieron hasta 155 minutos.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio